La exigencia de contar con alimentos de calidad y sin riesgos para la salud contribuye a que los controles para conocer su origen y procedencia sean cada vez mayores. La trazabilidad alimentaria hace referencia a saber de dónde viene un determinado producto destinado a la alimentación humana. Pero no basta con conocer el origen, también es necesario contar con registros a lo largo de toda la cadena alimentaria y disponer de sistemas de identificación y marcajes de productos. Hoy profundizamos en este concepto de trazabilidad de los alimentos y en los mecanismos que existen para garantizarla a través de los precintos de seguridad.
La trazabilidad alimentaria se define como la posibilidad de encontrar y seguir el rastro, a través de todas las etapas de producción, transformación y distribución de un alimento hasta que llega al consumidor final. Así aparece regulado en el Reglamento 178/2002.
Un sistema de trazabilidad alimentaria es imprescindible para garantizar la seguridad y se logra con la identificación de los productos a lo largo de toda la cadena.
Además de disfrutar de una cadena alimentaria segura y sin riesgos para la salud, existen otros beneficios que refuerzan la idea de su importancia:
Según publica la AESAN (Agencia Europea de Seguridad Alimentaria) en su Guía de Trazabilidad existen normativas horizontales que afectan a todos los productos y a todos los operadores de la cadena alimentaria. A estas regulaciones, se suman otras obligaciones de carácter vertical, que afectan a alimentos concretos que cuentan con leyes específicas que rigen su sector, como son:
El Reglamento de ejecución (UE) 931/2011, de 19 de septiembre, que establece los requisitos en materia de trazabilidad, señala la información mínima a transmitir entre operadores del sector de los alimentos de origen animal:
A la hora de garantizar la trazabilidad de los alimentos resulta clave elegir las soluciones que mejor se adapten tanto al tipo de alimento como al tipo de agente u operador que necesita llevar a cabo esa identificación.
A este respecto la AESAN señala que, aunque existe una gran variedad de formatos, apuesta por la utilización de identificadores estandarizados, como los códigos de barras EAN que facilitan la circulación de los datos a través de la cadena alimentaria.
También se utiliza la tecnología RFID que incluye un chip de radiofrecuencia, muy útil para empresas cárnicas que necesitan garantizar la trazabilidad de productos ibéricos.
Mega Fortris tiene una gama completa de productos de seguridad a prueba de manipulaciones para el sector de la alimentación y las bebidas. Nuestras soluciones se adaptan a las necesidades de las salas de despiece y mataderos, así como identificación de barriles, precintado de bolsas y etiquetado de palets.
Además de la seguridad en los productos, también ofrecemos soluciones para garantizar toda su cadena, en especial en su transporte. El catálogo de Mega Fortris incluye precintos de diferentes materiales y niveles de seguridad para salvaguardar la trazabilidad en el transporte de alimentos en camiones, cisternas y contenedores.
Los precintos de seguridad son imprescindibles para salvaguardar la trazabilidad. Algunos de los que más aplicaciones tienen en la industria alimentaria son: cable ajustable, pernos, bridas ajustables y longitud fija.
Los precintos de Mega Fortris permiten grabar con tecnología láser a prueba de manipulaciones una serie de marcas en la cartela de identificación que ayudan al operador alimentario a garantizar la trazabilidad:
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