La digitalización de los contadores de luz en España ha mejorado la eficiencia y la precisión en la facturación, permitiendo la telemedida y la detección temprana de incidencias. Sin embargo, esta modernización también ha traído consigo el desafío del fraude. La manipulación de estos dispositivos afecta a distribuidoras, comercializadoras, propietarios e incluso a la administración pública. Para garantizar la seguridad, los precintos físicos, como los rotativos, de plástico tipo brida y de cable, junto con etiquetas de seguridad, son esenciales para prevenir accesos no autorizados y asegurar la integridad de las mediciones.